Juego de luces y papel picado de color rojo le dieron el marco especial
de fiesta a la entrega del trofeo al club Guabirá como campeón de
Nacional B, que le permitió el ascenso a la Liga.
El acto se había programado antes del inicio del partido Guabirá y
Universidad pero sobre la marcha la dirigencia anunció que el acto se
desarrollaría en el intermedio del compromiso y así sucedió.
Se encendieron las luces de color y el papel picado comenzó a volar por
el aire para caer al piso y quedar como alfombra roja para el paso de
los gallardos campeones que uno a uno orgullosos recibió la medalla que
lo califica como los mejores del Nacional B. Un reconocimiento y un
premio al esfuerzo y logro conseguido.
No estuvo la dirigencia de la Asociación Nacional de Fútbol, pero sí
Fernando Roca, presidente de la Asociación Cruceña de Fútbol, para
realizar la entrega del trofeo y las medallas de campeón a los
jugadores, cuerpo técnico y a la dirigencia. El poco público que llegó
al estadio disfrutó del espectáculo que no duró más de diez minutos.
Rostros felices, satisfacción y mucha emoción se observó en los
jugadores y dirigentes, ahora todo está completo; Guabirá con su título,
su trofeo y las medallas.
Pero no todo termina ahí, Guabirá no solo fue el mejor sino que también
se dio el gusto de tener al goleador del campeonato el juvenil Henry
Justiniano (11 goles) y la portería menos vencida que recibió Roberto
Cronenbold.
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